Tratamiento Bruxismo en Manresa
La toxina botulínica, también conocida como botox, es una proteína que no solo se puede implementar con fines estéticos, los profesionales de la salud también la utilizan para efectuar el tratamiento bruxismo, un trastorno que afecta a muchas personas y que puede traer aparejados problemas bucodentales.
Las propiedades de la toxina botulínica permiten neutralizar las consecuencias del bruxismo de manera efectiva, ya que esta proteína tiene la capacidad de interrumpir la conexión neuromuscular y paralizar los músculos.
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¿Qué es el bruxismo?
“El bruxismo es el rechinamiento de dientes involuntario que se produce especialmente durante el sueño”, según la definición publicada por la Real Academia Española.
En concreto, este trastorno consiste en el movimiento inconsciente de los músculos que utilizamos para masticar. Sus principales consecuencias son el desplazamiento y el deterioro de las piezas dentales (en algunos casos se puede producir la fractura de los mismos), y la aparición de enfermedades en las encías.
En pacientes con un cuadro avanzado, el bruxismo puede incluso afectar la articulación temporomandibular. Las causas son variadas, pero las más frecuentes son el estrés, una alimentación inadecuada, trastornos del sueño o, incluso, la presencia de dientes desalineados.
¿Cómo es el tratamiento del bruxismo?
A partir de la utilización de la toxina botulínica, los especialistas pueden evitar el bruxismo. Esto se logra aplicando inyecciones de esta sustancia en la zona deseada, en una sesión que puede durar un máximo de treinta minutos.
Los resultados del tratamiento del bruxismo empiezan a aflorar luego de transcurrido un mes desde la primera aplicación, para la cual no es necesario utilizar anestesia.
Otro dato importante a tener en cuenta, es que el efecto del botox puede prolongarse entre cuatro y seis meses, dependiendo de la situación particular de cada paciente.